El placer de conducir y la necesidad de controlar el gasto en combustible no tienen por qué ser enemigos. De hecho, un conductor inteligente sabe que la eficiencia no solo ahorra dinero, sino que a menudo conduce a una experiencia al volante más suave, segura y satisfactoria. Se trata de ser más listo, no más lento.
Con una combinación de buenas prácticas al volante y una planificación astuta antes de arrancar, puedes reducir notablemente tu paso por la gasolinera y disfrutar más de cada kilómetro. Aquí te dejamos algunos trucos clave.
1. El arte de la anticipación: conduce con la vista
El truco más efectivo y que menos cuesta es el que depende de ti. Una conducción eficiente es una conducción suave.
Anticípate al tráfico: Mira lejos, no solo al coche de delante. Si ves un semáforo en rojo a lo lejos o una retención, levanta el pie del acelerador y deja que el coche avance por inercia. Frenar en el último momento es tirar energía (y dinero) a la basura.
Aceleraciones progresivas: Salir de los semáforos como si estuvieras en un circuito es la forma más rápida de vaciar el depósito. Acelera de forma suave y constante hasta alcanzar la velocidad deseada.
2. Planifica tu ruta, no solo tu destino
La eficiencia no solo está en tus pies, también está en tu cabeza. Antes de un viaje, dedicar dos minutos a la planificación puede suponer un gran ahorro.
Evita los «puntos calientes»: Usa aplicaciones de navegación para prever atascos, zonas de obras o cuestas pronunciadas. A veces, un desvío de un par de kilómetros por una ruta más llana y fluida consume menos que un trayecto más corto pero lleno de paradas y arranques.
Agrupa tus recados: Si tienes que hacer varias gestiones, planifícalas en una sola salida para evitar usar el coche en frío varias veces, que es cuando más consume.
3. Tu smartphone: el mejor copiloto para el ahorro
En el siglo XXI, el mayor truco para ahorrar está en tu bolsillo. Las principales estaciones de servicio han lanzado sus propias aplicaciones, y no tenerlas instaladas es, literalmente, dejar dinero sobre la mesa. Estas apps han dejado de ser simples localizadores para convertirse en potentes herramientas de ahorro.
Descuentos directos y cupones: La ventaja más evidente. Muchas aplicaciones ofrecen descuentos en gasolina directos por cada litro, cupones de bienvenida o promociones especiales en días concretos. Activar estas ofertas antes de repostar puede suponer un ahorro de varios euros en cada depósito.
Programas de fidelización: Acumula puntos con cada repostaje, lavado o compra en la tienda. Estos puntos se convierten después en saldo para combustible, productos gratis o descuentos aún mayores.
Pago desde el surtidor: Una ventaja que une comodidad y ahorro. Paga directamente desde el móvil sin necesidad de entrar a la tienda, agilizando la parada y aplicando automáticamente todos tus descuentos disponibles.
Dedicar unos minutos a explorar las aplicaciones de las gasolineras que tienes en tus rutas habituales te permitirá crear una estrategia de repostaje inteligente, parando siempre donde más beneficios obtengas.
4. Minimiza la resistencia: el coche también importa
Finalmente, no te olvides de la física. Un coche que lucha contra el viento o carga con peso innecesario necesita más energía para moverse.
Revisa la presión: Conducir con los neumáticos bajos de presión aumenta el consumo notablemente. Es una revisión gratuita que puedes hacer en la mayoría de gasolineras.
Fuera el peso muerto: ¿Llevas todo el año la baca en el techo o el maletero lleno de cosas que no usas? Ese peso y esa resistencia aerodinámica extra se pagan en cada repostaje.
Conducir de forma eficiente no es aburrido; es conducir de forma inteligente. Al combinar una conducción suave con una planificación basada en la tecnología, no solo verás cómo baja tu gasto en combustible, sino que disfrutarás de una experiencia al volante mucho más relajada y en control.
Automobile Magazine-Spain






































































































