El Citroën GS lleva la firma del legendario Robert Opron, “padre” de otros modelos míticos como el SM o el CX. Tras su estreno en el salón de París de 1970 y lo largo de sus m-as de 15 años de trayectoria comercial, reforzó la imagen de Citroën entre el gran público con una línea y un interior originales asociados con soluciones técnicas avanzadas, pensadas para optimizar el confort.
Estéticamente, su diseño no tenía equivalente en el mercado mientras que, en el apartado técnico, llegaba con innovaciones poco frecuentes en este tipo de vehículos. En este modelo, Opron supo mezclar armoniosamente la aerodinámica de los coupés con las características de las berlinas de la época sumando a la ecuación avances como los cuatro frenos de disco, el chasis de aleación ligera o la suspensión hidroneumática que ayudó a popularizar en España. Su motor de 4 cilindros con refrigeración por aire desarrollaba 60 CV, pero alcanzaba una velocidad máxima de 150 Km/h. Esta mecánica también se utilizó, durante los años 80, en las motocicletas de la marca francesa BFG.
En el interior, destaca su salpicadero futurista, obra del prestigioso diseñador Michel Harmand, que dio muestras de su talento en otros modelos de la marca como el CX. Pensado como una escultura, presenta elementos innovadores como su velocímetro, que imita la forma de una lupa o su freno de mano integrado.

Como no podía ser de otro modo en un Citroën, en el GS se trabajó intensamente en el desarrollo de soluciones que conjugaran confort y ergonomía con seguridad. Mostrar la información más relevante de un modo sencillo e intuitivo hace ganar preciosos segundos de reacción. Un tiempo que, hace medio siglo, se buscó reducir al máximo a través de mandos intuitivos y ergonómicos situados al alcance de la mano, indicadores luminosos y con el velocímetro de discos giratorios, precursor de los indicadores digitales del Citroën BX, del primer Citroën C4 y en la gama actual de la marca.
Revolucionario, no tarda en convertirse en una referencia en prestaciones, confort y diseño. Presentado en 1970 y elegido Coche del Año en Europa en 1971, el Citroën GS fue alabado por el público y la prensa por su su nivel de confort digno de una limusina, su diseño aerodinámico y elegante y sus mandos revolucionarios para la época, ergonómicos y de fácil acceso. Gracias, sobre todo, a su suspensión hidroneumática que le ofrecía un confort de alfombra voladora, se convirtió, con claridad, en el modelo más confortable de su categoría.

 

 





































































































