El final de la producción del Bugatti Bolide marca un momento histórico para la marca francesa. Más que el cierre de un proyecto, este hiperdeportivo de pista representa la culminación de una visión que ha llevado al límite la ingeniería automovilística.
Producido en el exclusivo Atelier de Molsheim, el último Bolide deja un legado que honra más de un siglo de excelencia desde la fundación de Bugatti en 1909.
Una visión que comenzó en 2021: del “Que pasaría si…” a la realidad
La historia del Bolide tomó forma en agosto de 2021, cuando Bugatti dio inicio a uno de los proyectos más ambiciosos de su historia reciente: convertir el concept car “What If” en una máquina de producción real, plenamente enfocada en la pista y fiel al ADN de la marca.
Entre 2021 y 2023, Bugatti llevó a cabo un proceso de desarrollo que combinó ingeniería avanzada, refinamiento estético y exhaustivas pruebas. En 2022 se definió el diseño final, mientras que en 2023 se completó el desarrollo técnico y se estrenaron los primeros prototipos.
Uno de los momentos clave ocurrió en Le Mans 2023, durante el centenario del mítico circuito. Allí, con Andy Wallace al volante, el Bolide alcanzó 350 km/h en línea recta, demostrando que el proyecto iba por el camino correcto.
A partir del verano de 2023 y hasta principios de 2024, el Bolide vivió su fase más intensa de pruebas. Jornadas que comenzaban antes del amanecer, sesiones milimétricamente planificadas y reuniones técnicas nocturnas formaron parte del día a día del equipo, comprometido en llevar el hiperdeportivo al más alto nivel.
El último Bolide: un tributo personalizado a la historia Bugatti
El cierre de la producción llega con un Bolide muy especial, encargado por un coleccionista y amigo cercano de la marca. Su diseño se inspira en una de las joyas más emblemáticas de Bugatti: su propio Type 35, icono absoluto del automovilismo.
El hiperdeportivo luce un llamativo esquema de colores que rinde homenaje a los tonos azules históricos de Bugatti, bautizados como:
Black Blue
Special Blue Lyonnais
Interior en Lake Blue Alcantara
Costuras en Light Blue Sport
Bandera francesa en los laterales
Este último Bolide completa un “tríptico” personal del coleccionista, quien también encargó el último Veyron Grand Sport con una combinación cromática semejante.
La entrega del coche en Molsheim fue una celebración íntima, un símbolo del vínculo entre Bugatti y sus clientes más apasionados.
Un legado limitado: solo 40 unidades
Con solo 40 ejemplares en el mundo, el Bolide se convierte en una pieza irrepetible en la historia de Bugatti. Más que un coche, es un tributo a la herencia de Ettore Bugatti, fusionando el espíritu del legendario Type 35 con la máxima expresión del rendimiento del motor W16 en pista.
La despedida del Bolide no es el final de una historia, sino el nacimiento de un legado que simboliza la unión entre tradición, innovación y perfección.
Automobile Magazine-Spain





































































































